2 latas de bonito del norte en aceite de oliva de 110 gramos
4 cucharadas soperas de salsa de tomate
1 sobre de 70 gramos de queso rallado especial para gratinar 4 quesos
Salsa bechamel para canelones (la receta en este enlace)
Sal
Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
En una cazuela grande ponemos a calentar abundante agua con un poco de sal. Cuando empiece a hervir, añadimos un chorro de aceite de oliva y los canelones de uno en uno, moviendo un poco con una cuchara de palo para evitar que se peguen entre ellos. Dejamos que se hagan el tiempo que indique en el paquete. Normalmente son unos 10 o 12 minutos. Cuando pase el tiempo de cocción los sacamos del agua y los ponemos sobre un paño de algodón para que se templen, bien estirados, con cuidado de que no se rompan.
Mientras, en un bol ponemos el bonito escurrido y la salsa de tomate. Aplastamos con un tenedor y mezclamos bien. Que nos quede una especie de crema jugosa. Si vemos que queda demasiado pastosa pondremos más salsa de tomate.
Ponemos a calentar el horno a 180º. Repartimos la crema de bonito en el centro de los canelones. Cuando la tengamos toda repartida, los enrollamos.
Cubrimos el fondo de una fuente para horno con salsa bechamel y colocamos encima los canelones rellenos.
Ponemos otra capa de bechamel por encima de los canelones. Llegado este punto, si queremos, podemos congelarlos o meterlos en el frigorífico para terminar de cocinarlos en otro momento. También podemos hacer doble cantidad, la mitad para consumir en el día y la otra, para otra ocasión.
Cubrimos con el queso rallado. Metemos en el horno 10 minutos. Pasado este tiempo gratinamos, estando atentos. En mi horno, el queso está bien gratinado en 3 minutos.