Esta salsa de tomate es especial para niños. Es una forma sencilla de que coman cebolla y pimientos, productos que, habitualmente, no les suelen gustar.
INGREDIENTES:
2 tomates grandes y maduros
1 cebolla roja del tamaño de un tomate
1 pimiento verde, tipo italiano
1 pimiento rojo, del mismo tamaño que el verde
1 zanahoria grande
1 rama de perejil fresco
1 cucharada rasa (tamaño café) de sal
1 cucharada rasa (tamaño café) de azúcar
Aceite de oliva virgen extra
En una sartén amplia ponemos a calentar 5 cucharadas soperas de aceite. Mientras, vamos picando la cebolla. No hace falta que queden muy pequeños los trozos porque vamos al final, trituraremos la salsa.
Lavamos, raspamos y picamos la zanahoria y la añadimos. Revolvemos. Lavamos y picamos los pimientos, incorporamos al refrito que estamos preparando y dejamos que se haga todo junto unos 10 minutos a fuego medio-bajo, hasta que la cebolla esté transparente.
Lavamos bien los tomates y los partimos en trozos, sobre un bol, para aprovechar todo su jugo. Ponemos en la sartén los tomates, junto al perejil picado. Echamos la sal y el azúcar, revolvemos bien y dejamos que se cocine, a fuego bajo, aproximadamente una hora. Colocamos en el vaso de la batidora y trituramos bien, que no queden trozos de la piel del tomate.
Nos quedará una salsa de tomate con la textura del ketchup que venden envasado y que tanto suele gustar a los niños.