Como estos platos no son habituales, en mi cocina, es por lo que he publicado "La tabla de tiempos para cocer marisco"
Este ejemplar pesaba 1 Kg. 200 gramos. Es un tamaño que da para dos personas, si lo servimos como plato principal o para cuatro personas si va a ser el aperitivo. En mi caso ha sido el plato principal, acompañado de una ensalada de variedad de lechugas, escarola y granada.
INGREDIENTES:
Para 2 personas
1 langosta de 1 kg. 200 gramos
Sal marina
PREPARACIÓN:
En una cazuela amplia, donde entre bien la langosta, ponemos abundante agua y 30 gramos de sal por cada litro de agua. Muchas veces leo que se introduzca en el agua cuando esta esté hirviendo. Yo no lo recomiendo porque cuando lo he intentado, tanto con langosta como con centollo o bogavante, han soltado varias patas y el resultado ha sido desastroso. Por ello, una vez el agua con sal en la cazuela, meto la langosta y la coloco en el fuego a máxima potencia. Tapo la cazuela para que alcance el hervor más rápido. Por el sonido sabremos cuando empieza a hervir, destapamos para comprobar que es así y empezamos a contar el tiempo de cocción. Para este peso, la he dejado 22 minutos exactos. Pasado este tiempo la sacamos del agua y envolvemos con un paño de algodón y dejamos enfriar.
Podemos cocinarla el día antes. Para que no se estropee, una vez fría a temperatura ambiente, la tapamos bien con un paño de algodón que habremos mojado en el agua de su cocción y escurrido muy bien. Así podemos dejarla en el frigorífico. Estará como recién cocida, al día siguiente, y más fácil de cortar.
Para dos comensales la forma de presentación más habitual es la que veis en la foto: cortada en dos a lo largo. Aunque yo he quitado las patas no es necesario.
Sin pensar tanto en la presentación y pensando más en la comodidad, me gusta servirla con toda la carne de sus patas sacada, la cola cortada en rodajas y la cabeza en tres o cuatro trozos. Tapo con el caparazón limpio y a comer, sin necesidad de tenazas y otros utensilios.
Podemos acompañar con multitud de salsas: mayonesa, vinagreta, rosa o las que más os gusten.
No he preparado nunca langosta en casa porque no me fio de los resultados. Sabiendo lo exacta que eres con los tiempos voy a guardar la receta para cuando surja la ocasión. La tarta de queso con tus medidas y tiempos quedaba clavada, jeje. No hay ni que mirar el horno.
ResponderEliminarEs muy cómoda esa presentación, a mi también me gusta.
Besos.
Besos.
Finuca, la verdad es que hay platos que ya no pido en el restaurante. Aún recuerdo la "clavada" del año pasado en una marisquería de la Barceloneta.
ResponderEliminarAdemás me coge mal humor si me toman el pelo. Que me salga mal a mi algún plato que no soy profesional de la cocina aun vale, pero que eso pase en un restaurante y encima lo pagues a precio de oro.
En casa, por poner un ejemplo, abro los mejillones al vapor poco antes de comer y están jugosos porque justo al dar el primer hervor les doy una vuelta, apago el fuego, y los tapo. Con el calor se acaban de hacer... El muchas marisquerías están secos ya...
Así que al final, es lo que dices, según que cosas preferimos hacerlas en casa.
Besos bonita.
Alba: Como ya te conozco y sé que te gusta probar nuevos retos seguro que te animas cualquier día de estos. Ya verás que facil y cuanto más barato sale este plato, al cocinarlo en casa.
ResponderEliminarTu forma de hacer los mejillones es la mejor aunque tengo que confesar que en muchas ocasiones y por comodidad los abro unas horas antes de comer :(
Besos.