Con estos días de frío y lluvia lo que más ha apetecido es encender el horno. Pensando en lo que podía preparar con lo que había por el frigorífico decidí hacer esta tarta de queso que ya tengo publicada en esta dirección, con un pequeño paso a paso, pero con alguna diferencia. He utilizado queso fresco y láminas de manzana en su elaboración. Una tarta sencilla y ligera. La receta de mermelada de fresones la podéis encontrar aquí. Por último quiero explicaros que utilicé dos manzanas pero la próxima vez que la haga pondré cuatro. Es lo que pasa cuando se hace algo por primera vez, siempre es mejorable.
INGREDIENTES:
Para 4 personas
300 gramos de queso fresco
2 huevos
50 ml. de nata de cocinar ligera
50 gramos de azúcar
2 manzanas
Mermelada de fresones
PREPARACIÓN:
INGREDIENTES:
Para 4 personas
300 gramos de queso fresco
2 huevos
50 ml. de nata de cocinar ligera
50 gramos de azúcar
2 manzanas
Mermelada de fresones
PREPARACIÓN:
En
un bol batimos bien los dos huevos, con unas varillas. Añadimos el
azúcar y batimos hasta que nos quede una mezcla espumosa. Echamos el
queso y continuamos batiendo. Este paso es mejor hacerlo con batidora
pues el queso fresco tiende a hacer bolitas y con las varillas manuales
es muy difícil acabar con ellas. Cuando nos quede una mezcla cremosa
ponemos la nata y batimos. Pelamos las manzanas, retiramos sus semillas y
cortamos en láminas finas.
Ponemos
a calentar el horno a 180º, con calor arriba y abajo. Cubrimos
el fondo y paredes de un recipiente con papel de hornear y vertemos en
él parte de la crema de queso que hemos hecho, encima ponemos una capa
de láminas de manzana, sobre ella más crema de queso y así continuaremos
hasta finalizar las capas con crema de queso.
Tapamos e introducimos en el
horno. Dejamos que se haga 20 minutos tapado, destapamos y en otros 20
minutos tendremos nuestra tarta de queso hecha. Es conveniente pinchar
con un palillo o brocheta para comprobar que está bien cuajado en el
centro. Si vemos que se está tostando mucho por arriba, podemos volver a
taparlo.
Cuando esté hecho lo sacamos del horno y dejamos que se enfríe en el mismo recipiente, a temperatura ambiente. Al ir templando, bajará de altura.
Cuando esté hecho lo sacamos del horno y dejamos que se enfríe en el mismo recipiente, a temperatura ambiente. Al ir templando, bajará de altura.
Lo
desmoldamos tirando del papel, sin darle la vuelta y colocamos en una
fuente. Podemos preparar la tarta el día antes, dejando que pase la
noche en el
frigorífico, para que cuaje bien y retiramos el líquido que suelta.
Cubrimos con mermelada de fresones.