Para 4 personas
1 kg. de costillas de cerdo
8 dientes de ajo
2 ramas de perejil
Sal
Pimienta negra molida
Aceite de oliva virgen extra
1 cucharada (tamaño postre) de miel
Vino blanco
PREPARACIÓN:
Hacemos un majado, en el mortero, con los dientes de ajo cortados en cuatro trozos, el perejil, sal y pimienta negra molida. Untamos bien las costillas con este adobo y dejamos reposar un par de horas. Ponemos a calentar el horno a 180º. Cuando el horno esté bien caliente colocamos las costillas en una fuente y rocíamos con vino blanco. Poco vino para que se asen y no queden cocidas.
Dejamos que se hagan media hora y les damos la vuelta. Deberemos mirar cada diez minutos que no se queden secas e iremos añadiendo vino blanco o agua pero muy poco a poco. Podemos asar con ellas unas cebollitas para que nos sirvan de acompañamiento. Normalmente asándolas media hora por cada lado quedan tostadas y bien hechas, pero es mejor estar atentos porque ya sabemos que depende del tipo de horno lo que tarden en hacerse.
Dejamos que se hagan media hora y les damos la vuelta. Deberemos mirar cada diez minutos que no se queden secas e iremos añadiendo vino blanco o agua pero muy poco a poco. Podemos asar con ellas unas cebollitas para que nos sirvan de acompañamiento. Normalmente asándolas media hora por cada lado quedan tostadas y bien hechas, pero es mejor estar atentos porque ya sabemos que depende del tipo de horno lo que tarden en hacerse.