Hasta hace poco no me gustaba nada el conejo. Me daba pena comer un animalito que me recordaba a Tambor, de la película Bambi, o a aquel animalito tierno que un día, hace muchos años, tuve en casa y que, misteriosamente, desapareció. Pero la edad me dio valor para cocinar esta carne que me parecía deliciosa al verla hecha pero me producía pánico verla cruda. Ahora es una de mis carnes preferidas, apenas tiene grasa, su sabor es suave y da mucho juego en la cocina. Compré un conejo casero y preparé cuatro recetas. Así que vamos a tener mucha receta con este animal, en el blog, con esta entrada y las próximas. Empiezo con la forma más sencilla de prepararlo. Simplemente, asado. No manchamos nada porque lo hacemos en el horno y acompañado con patatas fritas y una ensalada nos resuelve la comida.
INGREDIENTES:
Para dos personas
La costilla de un conejo
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra molida
Vino blanco
PREPARACIÓN:
Precalentamos el horno a 180º Limpiamos bien el conejo. En una fuente apta para horno ponemos un chorro de aceite y sobre él, colocamos el conejo. Salpimentamos y metemos en el horno.
A los quince minutos regamos con vino blanco y dejamos que se siga haciendo. Es muy importante añadir el vino blanco en poca cantidad porque si ponemos mucho el conejo nos quedaría cocido en lugar de asado. Así que, dependiendo del tipo de horno, cada cinco minutos regaremos con su jugo para que nos quede dorado y jugoso.
En 40 minutos había tomado este color dorado y crujiente pero los tiempos son orientativos. No es difícil conseguir el punto de asado a nuestro gusto. Solo es necesario estar un poco atentos.
Y como el tiempo está un poco loco y escucho muchas quejas de que en Cantabria llueve mucho os contaré lo mismo que he dicho en Facebook. Si Cantabria es verde es porque llueve. A mí, personalmente, me encanta la lluvia. Pero claro, nací en esta tierra, veo el mar todo el año, disfruto del monte cuando tengo ganas y me siento privilegiada por estas cosas. Solo pido paciencia para el que viene de paso. Puede llover cuando vengas pero mira que verde está todo gracias a la lluvia. Ya lo sé, ya lo sé, me salió la vena de la tierruca ;)
Unas fotos para disfrutar, gracias a la lluvia:
Otro día, un paseo por la costa de Cantabria.
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