Seguí el consejo de añadir harina al agua de la cocción. No me gustó. Cogen un sabor a harina que hacen que no se aprecie en su totalidad el sabor de las alcachofas. Después seguí el consejo de ponerlas a remojo con agua y limón. Aunque las queda un gustillo a limón no me importó porque me gusta ese sabor.
Pero, al final, sigo siempre este truco: Meter las alcachofas según las vamos limpiando en agua hirviendo con un poco de sal. Es importante no quitar todas las capas de hojas duras y cortar el morro pero cocerlas de una pieza. Cuando estén hechas las quitaremos el resto de hojas duras y partiremos en dos o cuatro trozos, como mas nos guste.
No pierden nada de sabor, no cogen sabor de otros productos y no se ponen negras. Espero que os sirva este truco.
En el año 2012 he probado otra forma de cocinar las alcachofas para que no se pongan negras. En este enlace tenéis el truco remojándolas en perejil.
Muhas gracias por el truqui guapetona, tomo nota.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por aportar otra forma. Yo siempre uso lo del agua con limon.
ResponderEliminarUn beso
Bueno, ¿qué os puedo decir? Pues lo mismo que le acabo de contestar a Mar, en otro apartado, que muchas gracias por ver y comentar lo que pongo!!
ResponderEliminarSoy negada para seguir con los comentarios y siempre se me quedan los comentaristas por el camino, jajaja
Besos para las dos.