INGREDIENTES:
1 morcilla de Burgos
Aceite de oliva virgen extra
1 morcilla de Burgos
Aceite de oliva virgen extra
En una sartén ponemos a calentar un poco de aceite. Cortamos la morcilla en rodajas de unos 2 centímetros de grosor. Y la freímos, con muy poco aceite. De esta forma no suelen soltar la piel.
Cuando estén fritas, las ponemos en papel absorvente para que suelten el exceso de grasa y luego las servimos en cazuelas individuales.
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