Por persona
10 o 12 gambas frescas
1 diente de ajo
1 cayena
Sal
Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
Quitamos
las cabezas a las gambas, las pelamos y salamos. Podemos congelar tanto
las cabezas como las cáscaras para hacer un caldo cuando nos haga
falta.
En una cazuela de barro o de fondo grueso ponemos a calentar un poco de aceite de oliva. Cuando esté caliente echamos los ajos cortados en láminas o picados (como se prefiera) y cuando estén dorados añadimos las gambas y la cayena. Revolvemos y las retiramos del fuego. Se terminan de hacer con el calor del recipiente. Si no quedarán muy secas.