Ver los primeros fresones y venir a casa con ellos es algo inevitable. Siempre es más barato comprar cantidad, hacen precios especiales si compramos una caja. Y, aunque parezcan muchos, podemos hacer batidos, mermeladas, ensaladas y postres así que no nos durarán muchos días. Al no gustarme mucho el dulce hago la mermelada, siempre, con la mitad de peso de azúcar que de fruta. Si sois muy golosos podéis poner más azúcar e incluso dejar las fresas en maceración con ella durante unas horas.
INGREDIENTES:1/2 kg. de fresones pesadas una vez lavadas y sin las hojas
1/4 kg. de azúcar
Medio limón
Agua
PREPARACIÓN:
Lavamos
los fresones y los secamos. Quitamos las hojas y cortamos en trozos.
Colocamos en una cazuela. Mezclamos con el azúcar y con el zumo de medio
limón. Ponemos a calentar la cazuela y cuando empiece a hervir el
contenido, añadimos un poco de agua, bajando el fuego. En una
vitrocerámica que tenga hasta el 9, haremos la mermelada en el número 4 o
5.
Revolvemos de vez en cuando. Dejamos que se haga 45 minutos. Pasado este tiempo la trituramos en la batidora y pasamos por un chino para evitar encontrar, al comerla, todas sus semillas.
Volvemos a poner la mermelada en la cazuela y dejamos que se haga hasta conseguir la textura que más nos guste. Tiende a espesar al enfriar así que es mejor que no quede muy pastosa. En caliente, colocaremos la mermelada en botes esterilizados llenándolos hasta el borde. Los tapamos bien y dejamos que enfríen, boca abajo, para que hagan el vacío necesario para que nos dure más tiempo. Suelo hacer poca cantidad y la conservo en el frigorífico. Dura perfectamente 3 meses. En casa, no dura más.
Un yogur natural con un poco esta sencilla mermelada y dos o tres fresones adornando, se convierte en un gran postre.