Esta crema es muy sencilla de preparar y la podemos servir de varias formas, según el gusto de nuestros comensales.
Para 4 personas
5 puerros (solo utilizaremos la parte blanca)
1 cebolla roja (calculamos la mitad de cantidad que de puerro)
1 patata hermosa
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Pimienta negra molida
1 vaso de leche desnatada
Para acompañar la crema vamos a necesitar
Cebollino
1 trozo de puerro
Tiras de jamón ibérico
Queso curado (he utilizado de cabra)
Pelamos y picamos la cebolla. En una cazuela echamos un chorrito de aceite de oliva y ponemos a freír la cebolla a fuego medio-bajo. Limpiamos bien los puerros y los troceamos. Cuando la cebolla empiece a coger color, añadimos los puerros. Pelamos la patata, la troceamos y la incorporamos a la cazuela. Rehogamos bien todos los ingredientes, cubrimos de agua y dejamos cocer a fuego medio una media hora. (Mi cocina es vitrocerámica y tiene potencia del 1 al 9. Los he cocinado en el 5). Una vez pasada la media hora batimos bien la preparación (con la batidora) y la volvemos a poner en la cazuela al fuego. Añadimos la leche y salpimentamos. Dejamos que se haga otros 5 minutos. Si queremos la crema más líquida, la podemos añadir más leche.
Para la primera presentación utilizaremos un trozo de puerro que partiremos en juliana. En una sartén sin aceite tostaremos las tiras de puerro, revolviendo constantemente para que se hagan por igual y no se quemen. De esta forma quedaran crujienes. Servimos la crema en tazas de consomé con unas tiras de puerro tostado por encima.
La segunda presentación es igual, pero añadiremos unas tiras de jamón que atamos con un trozo de cebollino, que nos queden paquetes de jamón.
La tercera presentación será en mini-cocottes. Pondremos en ellas la crema de puerros y sobre ella abundante queso recién rallado. Con el horno precalentado a 180º, colocamos en él las cocottes y dejamos 10 minutos. Pasado este tiempo ponemos la posición de gratinado y estamos atentos para que no se queme el queso.
Yo no estuve muy atenta y se tostó un poco de más el queso. Así y todo estaba muy rica. Ya tenemos para todos los gustos: con tiras de puerro tostado, con jamón o con queso. A mí, personalmente, la que más me gusta es la 1ª, con el puerro picado en juliana y tostado.