23 noviembre 2011

Calamar a la plancha con ajo y perejil

Me gustan mucho los calamares a la plancha pero siempre me quedaban muy duros, así que ya había desistido de hacerlos en casa. Hace poco vi en el blog de  Blue Lady, que es super famosa, ¿no lo conocéis? Pues os animo a que visitéis la maravilla de blog que tiene. A lo que iba, vi una receta que publicó "Sepia a la plancha con ajo y perejil" y, preparé un calamar siguiendo sus indicaciones. Quedó rico, blando, para repetir. Os aconsejo que miréis la receta de Blue Lady. Yo, como era la primera vez que lo preparaba de estar forma, calculé un poco mal el tiempo para freír el ajo y el perejil. La sartén estaba muy caliente y casi se quema. Para la próxima vez ya sé la temperatura que coge la sartén que utilicé y tendré más cuidado.

INGREDIENTES:
Por persona 
1 calamar de unos 250 gramos 
1 diente de ajo 
1 rama de perejil fresco 
Aceite de oliva virgen extra 
Sal (opcional)
PREPARACIÓN:
A mí me gusta limpiar el pescado fresco, en casa. Pero si a vosotros esa tarea no os parece agradable, pedís en la pescadería que os limpien los calamares. La tinta la podemos congelar para utilizarla en otra receta. Después de limpiarlo y quitarle todas las telillas, lo secaremos muy bien, partimos en trozos no demasiado pequeños que al hacerlo mengua bastante y reservamos. Picar el perejil y el ajo en trocitos pequeños.
Creo que las gaviotas han olido el calamar.
Ponemos a calentar una sartén y cuando coja temperatura echamos en ella los trozos de calamar. Los haremos a fuego máximo durante dos minutos, revolviendo continuamente. El calamar no suele soltar mucha agua, pero si fuese así, cuando retiremos el calamar, quitamos el jugo.
Los jugos del calamar que quedan pegados a la sartén los raspamos con una espátula, dejando un poco para que dé sabor y color al calamar.
Ponemos de nuevo la sartén al fuego, a fuego máximo, con un chorro de aceite. Y cuando esté caliente,  sin que llegue a humear (como dice Blue Lady),  echamos de nuevo los trozos de calamar. Remover sin parar con dos espátulas durante dos minutos más. Echamos por encima el ajo y perejil picados y un buen chorro de aceite. Servir bien calientes. Seguí el consejo de BlueLady y no le puse nada de sal. Así que el ponerle sal o no, queda a gusto de cada uno.
Y, por último, aquí os dejo una foto de San Vicente de la Barquera, pueblo pesquero del que procede la mayoría del pescado que se consume en mi casa. Ese puente, hay que pasarlo pidiendo un deseo y sin respirar. (Si lo pasáis en coche, claro. Que si vais andando os podéis morir, jeje).