Esta tarta de queso no tiene ninguna dificultad y es realmente rica. Le pongo solo 100 gramos de azúcar pero se puede poner más, sin que por ello tengamos que aumentar el resto de ingredientes. El coulis de fresones lo he preparado rebajando con agua dos cucharadas soperas de mermelada de fresones.
INGREDIENTES:
Para 4 personas
250 gramos de queso Quark
2 huevos
50 ml. de nata de cocinar ligera
100 gramos de azúcar
En un bol batimos bien los dos huevos, con unas varillas. Añadimos el azúcar y batimos hasta que nos quede una mezcla espumosa. Echamos el queso y continuamos batiendo. Cuando nos quede una mezcla cremosa ponemos la nata y batimos.
Ponemos a calentar el horno a 180º, con calor arriba y abajo. Cubrimos el fondo y paredes de un recipiente con papel para horno y sobre él echamos la crema que hemos preparado. Tapamos e introducimos en el horno. Dejamos que se haga 20 minutos tapado, destapamos y en otros 20 minutos tendremos nuestra tarta de queso hecha. Es conveniente pinchar con un palillo o brocheta para comprobar que está bien cuajado en el centro. Si vemos que se está tostando mucho por arriba, podemos volver a taparlo.
Cuando esté hecho lo sacamos del horno y dejamos que se enfríe en el mismo recipiente, a temperatura ambiente. Al ir templando, bajará de altura.
Lo desmoldamos tirando del papel, sin darle la vuelta y colocamos en una fuente.
El coulis de fresones:
Ponemos en una sartén dos cucharadas de mermelada de fresones. Añadimos un poco de agua y revolvemos. Según vaya calentando iremos añadiendo agua hasta conseguir que nos quede un coulis ligero. Como la mermelada la habíamos pasado por el chino no será necesario volverlo a colar. Esta forma de hacer el coulis no es la tradicional pero el resultado es estupendo y no nos llevará más de cinco minutos prepararlo.
Podemos preparar la tarta el día antes, dejando que pase la noche en el frigorífico, para que cuaje bien y hacemos el coulis de fresones poco antes de servirla. De esta forma, no será un postre muy frío ya que el coulis estará templado. Ahora, en invierno, no apetecen tanto los postres helados.
Decoramos con unos trozos de fresones.