Por persona
1 huevo
1 patata
2 pimientos de piquillo
3 rodajas de morcilla de arroz
Aceite de oliva virgen extra
Sal
2 dientes de ajo (opcional)
En una sartén ponemos aceite a calentar, con dos dientes de ajo pelados. Mientras, pelamos, lavamos y cortamos la patata. Mi cocina es vitrocerámica y tiene calor del 1 al 9. Siempre hago las patatas en el 7. Cuando los ajos estén ligeramente dorados, los retiramos y echamos las patatas. Cogerán un ligero sabor a ajo que, a mí me gusta, pero lo dejo como opcional, a gusto de cada uno. Una vez fritas las colocamos en un plato y salamos. En el mismo aceite freímos un huevo a nuestro gusto, a mí me gusta la clara bien hecha. Ponemos el huevo encima de las patatas y salamos ligeramente.
Retiramos casi todo el aceite de la sartén, solo dejaremos el fondo cubierto. Echamos los pimientos y calentamos, vuelta y vuelta y al plato. En ese mismo aceite freímos la morcilla y una vez hecha la ponemos sobre los pimientos.
Como veis, no hemos manchado más que una sartén. Acompañamos este plato con una ensalada y un buen trozo de pan.