Para 2 personas
4 patas de conejo
4 dientes de ajo
Tomillo de limón
Sal
Pimienta negra molida
1 limón
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
Lavamos y limpiamos bien las patas, eliminando cualquier resto de pelos que puedan tener. Las secamos con papel de cocina.
En un recipiente de cristal, con tapa, ponemos las patas de conejo, 4 dientes de ajo y el tomillo de limón. Dejamos que repose, en el frigorífico, unas horas o toda la noche.
Cuando vayamos a hacerlas, colocamos las patas en una fuente de horno. Precalentamos el mismo a 200º. Salpimentamos las patas y rocíamos con un chorro de aceite. Las metemos 5 minutos en el horno, así quedará la carne sellada y queda más sabroso el conejo.
En un bol ponemos el tomillo de limón, los ajos golpeados en el mortero (no hace falta que queden trozos pequeños porque al asarse se van a deshacer), el zumo de 1 limón y la ralladura de su piel, 1 vaso de vino blanco y un poco de sal.
Ponemos parte de la mezcla que hemos preparado por encima del conejo y lo metemos en el horno, bajando la temperatura a 180º. En mi horno tardó en hacerse 45 minutos y cada 15 minutos, según iba perdiendo jugo, iba añadiendo parte de la mezcla que tenemos en el bol y le daba vuelta a las patas. De esta forma queda el conejo jugoso y tostado.
Lo podemos acompañar con una ensalada aliñada con buen aceite y vinagre al tomillo de limón.