09 diciembre 2011

Croquetas de acelga

Esta receta es continuación de la "Lasaña redonda de lomo y bechamel de acelgas". Como me han parecido unas croquetas muy ricas, voy a redactar la receta pensando que no tengo acelgas hechas, ni sobras de otra comida, como ha sido el caso. Además Beatriz del Blog "Sin salir de mi cocina" me ha comentado que ella las suele hacer con acelgas y gambas. Y Pilar del Blog "Y a la luna se le ve el ombligo" da fe de que las croquetas de Beatriz son deliciosas. Ahora, solo falta que Beatriz se anime a publicar su receta porque tengo auténtica curiosidad y ¡¡quiero copiar sus croquetas!!

INGREDIENTES:
Para 12 croquetas
2 hojas de acelga (lo verde y las pencas) 
Sal 
50 gramos de mantequilla o 1 cucharada sopera de aceite de oliva virgen extra
1 cucharada sopera de harina (colmada)
Pimienta blanca molida
Leche desnatada
Pan rallado
1 huevo
Aceite de oliva virgen extra
PREPARACIÓN:
Ponemos, en una cazuela, agua con un poco de sal a calentar. Mientras, lavamos y quitamos los hilos de las acelgas. Las partimos en 4 o 5 trozos. Cuando el agua empiece a hervir echamos las acelgas y dejamos que se hagan 10 minutos. Las ponemos en un colador grande para que se templen y escurran bien el agua. Cuando estén templadas las picamos bien. El caldo que nos queda de cocerlas, lo guardamos pues lo podemos utilizar como caldo para hacer un arroz con verduras.
Preparamos la bechamel. Yo siempre la hago así porque suelo usar leche desnatada y hay que revolver poco a poco para que espese.
Ponemos la mantequilla en una cazuela y cuando esté derretida ponemos la cucharada de harina. Revolvemos bien, que la harina quede tostada pero sin quemarse. Yo siempre tengo la cocina en el número 5 (la mía es una vitrocerámica que tiene del 1 al 9). Vamos añadiendo la leche, del tiempo, no hace falta calentarla, poco a poco, sin dejar de revolver. De esta forma no se nos formará ni un grumo. Cuando tengamos la bechamel hecha, unos 15 minutos se tarda para que quede suave y no sepa a harina, añadimos las acelgas y un poco de pimienta blanca molida. Como las acelgas ya tienen sal, yo no le pongo más, pero si queréis, podéis salar ligeramente. Revolvemos bien y colocamos en un plato o fuente. Es mejor hacer la masa horas antes de freír las croquetas. Para dejarla en la nevera, taparemos con un film transparente de forma que quede pegado a la masa. Así evitamos que se forme una capa de agua entre la masa y el film.
Si la masa queda muy suave (a mí me gusta así), es mejor que las empanemos dos veces, quedará un exterior más crujiente y evitamos que se abran cuando las freímos.
Colocamos en un plato un huevo batido y en un trozo de papel plateado (o en otro plato) pan rallado. Con una cuchara de postre cogemos un poco de la masa, la pasamos por huevo y por pan rallado, dándoles forma de bola. Repetimos la operación pasándolas de nuevo por el huevo y el pan rallado. Mientras hacemos las bolas, ponemos en una sartén aceite a calentar y las freímos a fuego moderado, sin que se hagan muy rápido pues se pueden romper (las hago en el 7). Según se hacen las colocamos sobre papel de cocina para que suelten el exceso de aceite.