Cantidad de veces escuchamos esa frase de "hice un bizcocho que quedó muy rico pero no ha subido". Es muy fácil conseguir que esto no pase con estos dos pequeños trucos:
1.- Mezclar la levadura con la harina y tamizar (pasándola por un colador).
2.- No abrir la puerta del horno mientras se hace el bizcocho. La entrada de aire frío hace que no suba. Así que para ver si se va haciendo miraremos por el cristal de la puerta del horno.
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